
¿Y la Enteritis Necrótica merece tanta importancia?
Cuando se habla de Enteritis Necrótica (EN) se suele asociar casi instantáneamente con la Coccidiosis, y en cierta medida es cierto, Los clostridios responsables de la EN, son bacterias anaerobias facultativas que crecen mejor en ambientes donde el oxígeno es escaso. La inflamación cronica producida por los coccidios, en especial en el tracto medio intestinal, con abundante producción de mucus por parte de las células caliciformes, favorece su crecimiento.
Clostridium sp, se encuentra en una proporción aproximada de 104/g de contenido intestinal, principalmente en ciegos y última porción del intestino grueso. La especie predominante es C. perfrigens (CP) y su avance hacia las porciones intestinales anteriores es proporcional a la anaerobiosis ocasional, pudiendo llegar a valores de 108/g y mayores aún.

CP es un patógeno entérico muy versátil ya que puede sobrevivir aún en presencia de oxígeno y tiene un alto poder de esporulación que lo hace altamente resistente. Es de rápido crecimiento, destruye rápidamente tejidos para adquirir nutrientes mediante sus endo y exotoxinas degenerativas obteniendo así los aminoácidos necesarios para su crecimiento y multiplicación. No todas las cepas de CP tienen la capacidad de ser patógenas y, en realidad solo unas pocas son capaces de producir EN.
CP se clasifica según su capacidad de producir las toxinas pudiendo encontrarse cinco toxinotipos los que a su vez contienen, en mayor o menor grado, alguna de cuatro toxinas principales identificadas con letras griegas. Mientras que la toxina α se encuentra en todos los toxinotipos, el resto las poseen en grados diversos.
Si bien la EN merece un capítulo aparte y su estudio es preocupación permanente de veterinarios e investigadores, se puede resumir con respecto a su presentación clínica, que puede ser aguda con muertes súbitas y con signos previos como anorexia, postración, plumas erizadas y diarrea. Sin embargo, la forma más frecuente y preocupante por sus consecuencias productivas es la subclínica de curso crónico donde las aves crecen de manera despareja dando lugar a lotes totalmente carentes de uniformidad, pero dado que tales signos son absolutamente ambiguos y comunes a muchas otras patologías dificultan un diagnóstico llevando al lote a un estado de morbilidad indefinida y sin muertes significativas.

Finalmente podemos aseverar que la coccidiosis no es la única responsable de la EN. No se debe olvidar que otras causas que provoquen inflamación y anaerobiosis favorecerán de manera notable el desarrollo de esta patología. Entre ellas las dietas ricas en polisacáridos no absorbibles (PNA) provenientes del trigo, la cebada o el centeno; la soja mal desactivada y las proteínas de mala digestibilidad. De una manera u otra todas producen una alteración del equilibrio de la microbiota con inflamación ostensible y la consecuente pérdida de rentabilidad de la granja.
Sin embargo, si consideramos a la coccidiosis como la afección de mayor frecuencia de presentación en aves comerciales, no cabe duda que la asociación que naturalmente se suele hacer resulta altamente cierta. Por ello un buen control de ésta traerá aparejada una disminución en las presentaciones de EN y, por consiguiente, una mejora en la performance productiva de las aves.
Dr Mauricio E. De Franceschi
Profesor Emérito
Director Especialización en Producción Avícola
Universidad Nacional de Luján
Buenos Aires, Argentina
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