¿La Coccidiosis subclínica, realmente existe?
Se suele afirmar con certeza que la coccidiosis se presenta siempre en explotaciones intensivas. Pero ¿qué tipo de coccidiosis?
La Coccidiosis adquiere diversas presentaciones clínicas de acuerdo a su intensidad, pero no cabe duda que la Coccidiosis Subclínica es la más frecuente y es precisamente aquella que no se diagnostica en la gran mayoría de los casos y que, sin embargo es responsable de pérdidas económicas muy significativas. En el pollo para carne los deterioros son más marcados cuanto más tarde se presenta, ya que el tiempo de crianza que transcurre luego de superada la afección no alcanza a compensar las pérdidas ocasionadas. Existen numerosos trabajos científicos y comprobaciones de campo que así lo demuestran. Tales deterioros que en algunos casos pueden llegar hasta un 3%, en la ganancia de peso y de 0,50 puntos en los valores de conversión alimenticia (ICA), se manifiestan también en el rendimiento de pechuga y en la relación grasa abdominal/peso de pechuga, según lo demuestran trabajos realizados.
La Coccidiosis Subclínica, como se dijo, no siempre se diagnostica pero muchas veces tampoco se detectan aquellas presentaciones leves. Es que existe una fina transición entre una y otra que ciertamente hace difícil su diferenciación. Muchas veces condiciones de manejo, ambientales o nutricionales impiden ver la verdadera trascendencia de la coccidiosis y, los controles que se realizan, ya sea por parte del productor o de empresas proveedoras de productos para la sanidad o la alimentación, generalmente no se llevan a cabo utilizando metodologías de diagnóstico adecuadas para su detección, y por lo tanto se hace necesario implementarlas.
Si bien no es el propósito de esta artículo describir los diversos métodos de diagnóstico de la coccidiosis, podemos resumirlos en: clínicos, a través de los signos que presentan los animales en el galpón o nave de crianza; patológicos que son los que surgen mediante la observación de la necropsia; coproparasitológicos que comprenden el recuento de ooquistes por gramo de materia fecal; el recuento de ooquistes en cama y el Método de Raspaje Seriado de la Mucosa Intestinal mas conocido por sus siglas MRSMI o simplemente RSMI, que sin duda refleja de la mejor manera el estado de un lote, ya que permite observar con claridad no solo los ooquistes sino también las diversas formas de desarrollo que ocurren en la pared y en la luz intestinal. Por otra parte el MRSMI tiene una mayor sensibilidad epidemiológica al permitir que se detecten formas subclínicas de la afección en un porcentaje mayor al que se observaría por el examen coproparasitolólogico, dando lugar, asimismo a la posibilidad de ratificar un diagnóstico clínico, pero especialmente un diagnóstico patológico.
¿Y como diagnosticamos la coccidiosis sub-clínica?
Los métodos de diagnóstico y, particularmente el MRSMI requiere un tratamiento mas extenso, el que será abordado en artículos futuros. Sin embargo podemos señalar que nada será mas importante para el control que un monitoreo constante de los diversos lotes el que será realizado rutinariamente y con un estricto seguimiento a través del tiempo, es decir en sucesivas crianzas, teniendo en cuenta las condiciones particulares de cada empresa y de cada granja. Como respuesta a la pregunta inicial se puede afirmar, entonces, que la Coccidiosis Subclínica es muy importante para lograr los mejores resultados posibles, y como tal debe ser diagnosticada y controlada.
Dr Mauricio E. De Franceschi
Profesor Emérito
Director Especialización en Producción Avícola
Universidad Nacional de Luján
Buenos Aires, Argentina
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